La formación creada por Ana Woolf es el resultado de un largo camino de estudio e investigación, de encuentros con maestros de Oriente y Occidente (Tadashi Suzuki, Eugenio Barba, Julia Varley) y de trabajo compartido, como miembro del equipo artístico y pedagógico de la Escuela Internacional de Antropología Teatral (ISTA), dirigida por Eugenio Barba.

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El entrenamiento es psicofísico. Es a través del músculo y la superación de la fatiga y la técnica. Es cuerpo, voz y mente. Es la búsqueda de un cuerpo organizado con un bios que no muere, a través de la adquisición y dominio de una técnica como camino, como forma de ver un mundo.

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La búsqueda de un camino de investigación personal que vaya más allá de la dimensión artística y la considere como un instrumento para mejorar la condición del ser humano, que forma parte de la revolución realizada por la Gran Reforma Teatral del siglo XX, que propuso pensar la técnica como ética y la ética como técnica (Stanislavski, Jacques Copeau).